Al día siguiente de que el furor electoral terminara (al menos el furor promocional) escribí una entrada que, por falta de ganas, tiempo, you name it… nunca la subí. Esta es;
“Pues ya se acabaron las elecciones; semanas, meses de propaganda de todos los partidos habidos y por haber, de grupos ciudadanos invitando a anular su voto o simplemente propaganda que se mofaba de todo el proceso electoral por el que atravesábamos y que ahora ha llegado a su fin, y que pésele a quien le pese, ya tiene un ganador.
Y ahora mi pregunta es, ¿quién se va a encargar de retirar toda esa propaganda? ¿El gobierno? ¿Los mismos partidos? ¿Las empresas que imprimieron los pendones, mantas, banners, flyers, pintaron bardas? ¿La ciudadanía y grupos seguidores (¿fanáticos?) de los partidos, que mientras se vieron beneficiados por su mercadotecnia y faramalla política repartían de todo con tal de asegurar un voto?
Tal vez estoy pecando de ignorante, y si hay un grupo de personas encargadas de retirar toda la propaganda política de nuestras calles, pero aún así, si existe dicho grupo, ¿cuánto tiempo tienen y que tanto territorio van a cubrir para realizar el levantamiento de toda esa contaminación visual?
Porque discúlpenme, para mí, el atiborrar la ciudad de posters y mantas gigantes y banners a cada dos pasos, afea la ciudad, la hace ver sucia y a fin de cuentas toda esa basura política va a terminar como eso, literalmente como basura, rodando por las calles y tapando alcantarillas.
Ojala antes de hacer tanto despliegue de mercadotecnia y despilfarro de dinero, los partidos políticos, bueno la gente que maneja las campañas, pensara que no por el hecho de que veamos hasta en la sopa a su “candidato”, quiere decir que vayamos a votar por él.
Hay muchos otros factores que influyen en la decisión de un voto, al menos en la gente que si tendemos a razonar el nuestro, que no por el hecho de llenar la ciudad con su carota en cada esquina, les va a asegurar el triunfo.
Espero que por lo menos las “juventudes partidistas” sirvan para levantar la mitad de la basura con la que atascaron la ciudad y supongo, el estado.”
En las noticias locales de esa noche pasaron una nota, en donde hablaban precisamente de los tiempos y de la obligación que tienen los partidos de levantar su propaganda, y resulta que el tiempo que se tiene para el retiro de toda su publicidad es de 30 días naturales, o sea un mes a partir del 6 julio; lo que quiere decir, que según esto, para el día 6 de agosto no debe de haber seña alguna de estos pasados comicios.
Bueno, pues ya vamos para casi el mes, falta que, una semana para que se cumpla el mes? Y la verdad es que en las calles de Hermosillo, aún se pueden apreciar banners de los candidatos de todos los partidos. Sí se nota que hubo recolección de propaganda, porque al menos ya no están las mantotas que estaban en la Torre de Hermosillo y en la negoplaza del Cinemark, pero esa recolección de publicidad fue como la del dicho ese que dice que se limpia únicamente por donde pasa la suegra… o algo así.
En fin, con eso tenemos basura para rato, porque ya ampliando más el marco y abandonando el rubro político, nos podemos encontrar también con muchos otros banners que anuncian una gran variedad de eventos públicos, que se acumularán y se juntarán con el montón de basura política que nos dejaron nuestras elecciones.
¿En serio será necesaria tanta impresión y atascamiento de publicidad en un proceso electoral?
“Pues ya se acabaron las elecciones; semanas, meses de propaganda de todos los partidos habidos y por haber, de grupos ciudadanos invitando a anular su voto o simplemente propaganda que se mofaba de todo el proceso electoral por el que atravesábamos y que ahora ha llegado a su fin, y que pésele a quien le pese, ya tiene un ganador.
Y ahora mi pregunta es, ¿quién se va a encargar de retirar toda esa propaganda? ¿El gobierno? ¿Los mismos partidos? ¿Las empresas que imprimieron los pendones, mantas, banners, flyers, pintaron bardas? ¿La ciudadanía y grupos seguidores (¿fanáticos?) de los partidos, que mientras se vieron beneficiados por su mercadotecnia y faramalla política repartían de todo con tal de asegurar un voto?
Tal vez estoy pecando de ignorante, y si hay un grupo de personas encargadas de retirar toda la propaganda política de nuestras calles, pero aún así, si existe dicho grupo, ¿cuánto tiempo tienen y que tanto territorio van a cubrir para realizar el levantamiento de toda esa contaminación visual?
Porque discúlpenme, para mí, el atiborrar la ciudad de posters y mantas gigantes y banners a cada dos pasos, afea la ciudad, la hace ver sucia y a fin de cuentas toda esa basura política va a terminar como eso, literalmente como basura, rodando por las calles y tapando alcantarillas.
Ojala antes de hacer tanto despliegue de mercadotecnia y despilfarro de dinero, los partidos políticos, bueno la gente que maneja las campañas, pensara que no por el hecho de que veamos hasta en la sopa a su “candidato”, quiere decir que vayamos a votar por él.
Hay muchos otros factores que influyen en la decisión de un voto, al menos en la gente que si tendemos a razonar el nuestro, que no por el hecho de llenar la ciudad con su carota en cada esquina, les va a asegurar el triunfo.
Espero que por lo menos las “juventudes partidistas” sirvan para levantar la mitad de la basura con la que atascaron la ciudad y supongo, el estado.”
En las noticias locales de esa noche pasaron una nota, en donde hablaban precisamente de los tiempos y de la obligación que tienen los partidos de levantar su propaganda, y resulta que el tiempo que se tiene para el retiro de toda su publicidad es de 30 días naturales, o sea un mes a partir del 6 julio; lo que quiere decir, que según esto, para el día 6 de agosto no debe de haber seña alguna de estos pasados comicios.
Bueno, pues ya vamos para casi el mes, falta que, una semana para que se cumpla el mes? Y la verdad es que en las calles de Hermosillo, aún se pueden apreciar banners de los candidatos de todos los partidos. Sí se nota que hubo recolección de propaganda, porque al menos ya no están las mantotas que estaban en la Torre de Hermosillo y en la negoplaza del Cinemark, pero esa recolección de publicidad fue como la del dicho ese que dice que se limpia únicamente por donde pasa la suegra… o algo así.
En fin, con eso tenemos basura para rato, porque ya ampliando más el marco y abandonando el rubro político, nos podemos encontrar también con muchos otros banners que anuncian una gran variedad de eventos públicos, que se acumularán y se juntarán con el montón de basura política que nos dejaron nuestras elecciones.
¿En serio será necesaria tanta impresión y atascamiento de publicidad en un proceso electoral?