Normalmente no suelo manejar hacia la oficina, pero ayer fue un caso especial. Mi mamá tenía cita para hacerse análisis y me tocó llevarla; cuando regresamos a la casa no había nadie que me llevara a la office, así que tuve que llevarme el carro. Manejé tranquila hacia mi lugar de trabajo, no había mucho tráfico, prácticamente todos los semáforos me tocaron en verde y lo mejor de todo, iba deleitando a mis oídos con uno de mis nuevos descubrimientos musicales. Todo bien. Llegué a la office y la mañana transcurrió tranquila.
Llegó la 1 de la tarde, la tan esperada hora para ir a comer; siempre me quedo a comer ahí, pero como traía el carro, lo más lógico era ir a comer a mi casa. Cuando prendí el carro y salí del estacionamiento, creí escuchar un ruido raro, pero no se me hizo algo extraño ya que prácticamente le suena todo al pobre.
El carro suele apagarse de repente, con un frenón brusco o cuando está haciendo alto por mucho tiempo, así que no me preocupó que se me apagara varias veces durante el trayecto. Me empecé a preocupar cuando ya casi para llegar a mi casa, haciendo alto en un semáforo se apagó y batallé para que volviera a prender... fue entonces cuando empecé a recordar a mi madre de una forma no muy agradable!
Prendió; batallé, pero volvió a prender y emprendí de nuevo la marcha, fue entonces cuando un ruido extraño (como esos ruidos que les ponen a los carros en las pelis cuando están a punto de quedarse tirados) hizo su aparición en escena, me fui rápido al carril de mi de mi izquierda, porque ya estaba próxima la calle en donde iba a dar vuelta, y que me toca otra vez el fucking semáforo en rojo.
Se portó bien y aguantó hasta que se puso en verde, pero justo cuando estaba dando la vuelta, decidió morir. Se apagó, empezó a salir vaporsito del cofre y apenas y alcancé a cruzar el periférico para estacionarme justo una calle antes de llegar a mi casa; realmente agradecí que me haya dejado tirada ahí y no en media calle. Esperé un ratito, mientras recordaba a mi madre de nuevo y metí la llave de nuevo al switch... oh milagro, prendió otra vez!
Con el ruido ese horrible y con el vapor saliendo profusamente (bueno, no tanto, apenas y se veía) del cofre y con el temor de que me volviera a dejar tirada, llegué a mi casa. Cuando llegué empecé a contar mi aventura, luego luego saltó mi cuñada para decirme su diagnóstico: "No seas wey, el carro se calentó, le ha de faltar agua". Y dicho y hecho, fuimos a revisarlo y el carro estaba que ardía; venía seco.
La verdad yo nunca me he preocupado por revisar el estado del carro, yo nomás me trepo y si le hace falta gas pues le echo, pero nunca ha sido una de mis prioridades encargarme de lo demás, si escucho algún ruido raro le digo a mi hermano y él se encarga del problema, y punto; para mí, en mi muuuuuuy partícular punto de vista, eso es territorio masculino.
Sí, es cierto, siempre he creído que la mujer puede hacer de todo en esta vida, sin embargo no creo que necesariamente una mujer deba hacer de todo en esta vida; tenemos la suficiente capacidad para enfrentar cualquier problema o situación que se nos cruce en el camino, muy cierto también, peeeeero creo que tenemos que aceptar que existen ciertas limitancias físicas que aunque no nos impide realizar ciertas actividades, si nos ponen en desventaja en comparación con los especímenes masculinos.
Tal vez estoy asumiendo una posición muy cómoda, porque afortunadamente cuando se trata de carros, siempre ha existido un hombre que vaya a mi rescate y mis respetos a todas esas mujeres que sí se hacen cargo de sus carros, pero la verdad esque no puedo adoptar una posición de "Sí, yo me hago cargo de TODO", porque no es cierto, yo no soy así; si lo pueden hacer ellos... pues que lo hagan, que sirvan de algo!
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