G.M.S.G.

Quería decirte que te extraño mucho; que me haces mucha falta. Sólo tú sabes cuanto le rogué al viento que te trajera de vuelta. Quería abrazarte y no dejarte ir; a tu lado me siento feliz.

No hubo un sonido de tu voz que reconociera. Te abracé como si fuera la primera vez que lo hacía y sostuve tu mano entre las mías por un largo rato, pero es que, hasta tu mirada era diferente.

Nunca me sentí tan ajena a ti, como ese día. ¿Cuándo fue que me convertí en una simple expectadora de tu vida? Escuché atentamente cada una de tus palabras, pero cada una de ellas me alejaban más de ti.

Entiendo que hayas preferido omitir ciertos detalles, no te culpo, mi humor tampoco ayudó. Disculpa mi silencio y que rara vez te miré a los ojos, pero no quería que te dieras cuenta de que en realidad estaba llorando.

Nunca fue mi intención hacerte pensar que no quería estar contigo, pero hubo algo que me hizo pensar que eras tú quien no quería estar conmigo. Neta que perdón por mi fallido intento de huída, pero el poquito orgullo que me quedaba me pedía salir de ahí.

Sé que unas líneas no remedian nada, pero al menos unas líneas son mejor que éstas dos semanas que han pasado sin saber nada de ti.

Perdón por todo, pero en verdad, a tu lado soy muy feliz.